A veces la vida nos enseña de manera poco didáctica que algo lo hemos hecho mal. Esta demostración de nuestros errores la realiza dándonos golpes, a veces, realmente duros y que nos duelen y dejan marca. La mayoría de las veces, estos golpes se los llevan las personas que menos se los merecen, por eso yo me pregunto: ¿Es justa la vida? En mi opinión, no. Hay muchas personas que actualmente se encuentran en la calle, sin casa, sin trabajo, sin dinero y en muchas ocasiones con una familia a la que alimentar. Muchas de estas personas se despiertan todos los días en cualquier lugar de nuestras ciudades, con un único propósito: luchar por mejorar su calidad de vida y la de los que se encuentran a su alrededor, pero llega la noche y se vuelven a cualquier otra esquina sin haber obtenido ningún resultado. En estos casos la vida no es justa con estas personas, dado que a pesar de que luchan día tras día por intentar darles un futuro próspero a sus allegados, la vida nunca les sonríe, es más, les golpea una y otra vez hasta que caen derrotados y no pueden seguir adelante. Sin embargo, hay otras personas, que sin hacer grandes cosas y sin luchar, la vida les sonríe un día tras otro. Muchas de estas personas son delicuentes, personas que no han hecho nada bueno en su vida, pero que sin embargo, siempre se libran de lo que realmente se merecen. Respecto a estas personas, podemos decir que la vida ha sido justa con ellos.
Otro ejemplo es, cuando muere una gran persona, como puede ser un luchador por la libertad de su pueblo,un gran escritor o un deportista, como pasó el pasado domingo cuando un piloto de motociclimo se dejó la vida en el asfalto, mientras disfrutaba de su afición e intentaba ganarse la vida. Sin embargo, otras personas, como pueden ser dictadores o asesinos, tienen mucha más suerte y huyen de la muerte una vez tras otra, aunque esta no pare de perseguirles. Apoyándome es estos motivos y en mi opinión yo expreso, que la vida no es justa con todos nosotros.