miércoles, 30 de noviembre de 2011

El camino de nuestra vida.

Hola a todos. Hoy voy a hablar de un tema del cual he hecho mi exposición oral pero que me gustaría escribir para que quedara constatado y escrito en el tiempo y que no fueran solo palabras dichas y que se pierden en el espacio y e el tiempo.
El camino del que voy a hablar no es el camino que pueda separar una ciudad de otra en el mapa, hablo del camino moral que seguiremos a lo largo de nuestra vida y que es muy probable que lo tengamos que escoger a la edad que tenemos ahora. El camino que sigamos es algo personal, un camino en el que estaremos rodeados de la sociedad y las demás cosas que figuran en el mundo sí, pero al final y al cabo es nuestro camino, nuestra pequeña senda moral hacia nuestros objetivos. No debemos dejarnos influenciar por nadie a la hora de escoger nuestro camino, es decir, debemos aceptar consejos de nuestras personas más cercanas, como pueden ser familiares y amigos, pero nunca debemos dejarnos influenciar en exceso por el mundo que nos rodea. Debemos tener autonomía a la hora de eligir el camino que escojamos, porque puede suceder que si nos dejamos influenciar por una persona, al final acabemos reflexionando, pensando y finalmente cambiemos el sentido u orientación de nuestro camino. Esto, en ocasiones, puede ser un error y una irresponsabilidad, dado que si finalmente cambiamos de camino inducidos por esa persona, podemos desembocar en un destino mucho peor al que nos hubiera podido deparar el anterior camino, que un día bajo la influencia y la reflexión cambiamos.
También quiero decir que, escojamos el camino que escojamos, tenemos que disfrutarlo, vivirlo y aprovecharlo al máximo, porque como bien dijo un día Abraham Lincoln: Al final, lo que importa, no son los años de vida, sino la vida de los años. Con esta cita quiero remarcar lo que he dicho anteriormente. Vivir vuestro camino, disfrutarlo, gozarlo. También ese camino se va formando conforme perseguimos unos sueños, una meta. Si no persiguiéramos nada en la vida, si no tuviéramos un objetivo por el que luchar, nuestro camino no tendría sentido, no tendría vida, sería como un senda forestal arrasada por uno de los fuertes incendios veraniegos. 
Ya para concluir quiero advertiros también de que a lo largo de vuestro camino encontraréis problemas u obstáculos, mas yo os digo, no os paréis al llegar a uno de estos obstáculos, apoyaros en la gente a la que queréis y que día tras día os ayudan y encontraréis una ruta alternativa, un camino paralelo al vuestro, pero que el algún momento llegará a morir en vuestro camino principal, como mueren las carreteras secundarias en las grandes autovías.
Luchar por el camino que queréis y recordad que no hay ningún camino imposible o que no exista, porque cada uno de los seres que habitamos este planeta hacemos nuestro propio camino y somos dueños del mismo.

martes, 22 de noviembre de 2011

¿Sirve de algo arrepentirnos?

A veces en la vida nos equivocamos, hacemos cosas o decimos cosas de las que luego nos arrepentimos. Normalmente siempre nos pasamos de la raya con la persona menos indicada y después nos toca asumir las consecuencias y no basta con pedir perdón o lamentarnos, porque solo con decirlo no demostramos  nada en absoluto. Para que de verdad todo se olvide tenemos que demostrarle a la persona con la que te equivocaste que realmente lo sentimos  y nos avergonzamos de nuestros actos y aprender para no volver a causar daño.
Para que todo esto se entiendo mejor, voy a usar, como muchas veces anteriores ya he hecho, un ejemplo, pues creo que es una manera fácil y sencilla de entender lo que quiero exponer.
Bien, supongamos que un día unos compañeros, amigos, conocidos, etc mientras hablan sobre cualquier tema, uno de ellos le dice algo al otro. Esto que ha dicho es referente a la personalidad o a alguna acción del otro ser. El comentario que se ha hecho ha resultado ser ofensivo para la otra persona. A consecuencia de esto la otra persona se enfada y dejar de hablar y estar con la persona que ha dicho el comentario. Entonces a esta, a cada momento que tiene libre, se dedica a pensar sobre lo que ha hecho y sobre la reacción de la otra persona. Llega a la conclusión de que ha obrado mal y que ha causado daño en alguien que probablemente le tengo mucho afecto y amor. A partir de este momento empieza a arrepentirse, a pensar toda clase de disculpas y ha buscar el momento adecuado para quedarse a solas con esa persona y decirle que lo sientes. Aquí llega mi pregunta con la que iniciaba esta disertación: ¿sirve de algo arrepentirse?
Bien, yo pienso que sirve para reflexionar sobre nuestro error cometido e intentar no volverlo a hacerlo nunca más. Pero no solo con arrepentirnos hemos solucionado el problema, pues puede que si a esa persona le pedimos perdón mil y una vez e incluso más, acabe perdonándonos, pero puede que solo sea de manera superficial, solo para hacer que olvidemos todo, ponernos una sonrisa en la cara y hacer como que todo ya ha pasado. Pero es casi seguro, que esa persona no nos ha perdonado de corazón. Puede que si no le demostramos que realmente nos avergonzamos de nuestros actos, jamás nos vuelva a mirar con los mismo ojos ni nos vuelva a tener el mismo cariño y afecto que nos tenía antes.
Muchos de vosotros os preguntaréis: ¿qué debo/debemos hacer para que nos perdone de corazón?
Bien, bajo mi punto de vista, para que nos perdone de verdad, primero debemos hablar con esa persona tranquila y pausadamente y explicarle el por qué de tu actos o palabras. También para obtener su perdón tenemos que estar con esa persona, ayudarla cuando nos lo pida, quererla y sobretodo respetarla siempre.
En conclusión, de nada nos serviría arrepentirnos día tras día, sentados en cualquier lugar del mundo, recordando todo lo pasado y martirizándonos a nosotros mismo, si no tenemos la intención de obtener el verdadero perdón de esa persona, ese perdón que proviene del corazón y no de la superficie y que hay que ganárselo demostrando una serie de cosas.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El amor

Bueno llevaba mucho tiempo con esta idea en la mente y por fin voy a escribir sobre ella.
¿Qué es el amor? ¿Que se siente cuando llega? ¿Cómo sabemos cuando llega? Seguramente todas estas respuestas tienen diferentes preguntas según quien las responda.
Yo voy a intentar responderlas bajo mi punto de vista.
El amor, es para mí, esa sensación de cosquilleo en el estómago cuando ves a esa persona especial, el temblor en la voz cuando hablas con esa persona, el no poder mirarla a los ojos cuando te diriges a ella, el sentirte a gusto y feliz cuando esa persona esta cerca, el sentirse triste o deprimido cuando esa persona tiene un problema o está lejos y no puedes estar cerca de ella. Seguramente todos estos ejemplo también contestan a su vez a las otras dos preguntas formuladas anteriormente, dado que todo en el amor está relacionado.
Muchas personas buscan el amor desesperadamente porque no quieren pasarse el resto de su vida solos, más estas personas son las que normalmente se quedan sin su media naranja.
El amor es algo que viene en el momento mas inesperado, pero que cuando llega te hace ser la persona más feliz del mundo. Muchas personas siguen luchando por encontrar su media naranja, aunque se hallan llevado una desilución y un desengaño tras otro. El amor es una fuente de dolor, pero a su vez una muy buena vía de escape hacia la felicidad.  A su vez las desilusiones y los desengaños amorosos nos sirven a nosotros mismos para darnos cuenta de que tal vez hicimos algo mal o de que esa persona no se la más indicada para nosotros, aunque nosotros estemos confiados en que sí.
En conclusión el amor el algo bonito, pero a su vez doloroso. No debemos impacientarnos si no llega cuando nosotros queremos, porque estoy seguro de que en algún momento de su vida todo el mundo encuentra a su persona ideal para compartir con ella muchos momentos de su vida. Siempre que quieras a una persona, tendrás que demostrárselo y haciéndole ver de todas las maneras posibles que darías muchas cosas a cambio de estar con ella y, si al fin y al cabo haces las cosas correctamente y te preocupas y ayudas a esa persona que quieres, te verás recompensado, porque ella también se habrá dado cuenta de que hay alguien que está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, porque la quiere, porque siente amor hacia ella y no lo puede evitar.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Somos valientes?

"En las horas de peligro es cuando la patria conoce el quilate de sus hijos." Marco Tulio Cicerón.
Quería empezar mi entrada de esta semana con esta cita de este gran jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Esta cita creo que refleja muy bien mi pregunta, ¿somos valientes?
La valentía, como bien define la cita, sale a la luz cuando nos encontramos ante un peligro o un problema. Para definirla mejor voy a usar un ejemplo ambiente en las guerras de la antigua roma, en honor al autor de la cita.
En los campos de batalla, cuando los ejércitos romanos luchaban por conquistar territorios, por defender los que ya tenían o por sobrevivir, bajo las órdenes de Julio César o cualquier otro gran general, se les planteaba un dilema moral: ser valientes y luchar por nuestra patria y nuestras familias y morir probablemente en el intento o ser un cobarde, huir del campo de batalla, preservar tu vida y dejar a tus compañeros de guerra luchando.
La mayoría de estos ejércitos, se pueden decir que fueron verdaderos poseedores de la valentía e hicieron un gran uso de ella, dado que Roma llegó a tener bajo su poder un enorme imperio, obtenido gracias en parte a la valentía de estos ejércitos, dado que oprimieron el valor moral de la cobardía, con otro mucho mayor como es el de la valentía.
Estos ejércitos dejaron atrás sus miedos y sus ganas de preservar su vida y antepusieron a estos argumentos, el luchar por su patria, el defender sus posesiones y el intento de conquistar más territorios, aunque perdieran muchas batallas porque sus adversarios en superiores.
Aún habiendo sido derrotados, a estos ejércitos, no se les puede objetar que no fueron valientes, porque aunque hubieran perdido, la valentía implicada y usada durante la batalla, jamás se la podrá reprochar nadie.
Ya para cerrar mi entrada dejo una cita que defiende mi último párrafo.
"En la lucha con un adversario superior, la retirada no es ninguna vergüenza." L. Ching.

martes, 1 de noviembre de 2011

La vida, problema para unos y recompensa para otros.

La vida está considerada por muchos seres humanos, una de las mejores bendiciones que se nos ha podido dar. Todo el mundo se alegra al saber que un nuevo ser hará su entrada en esta gran familia de seres vivos a la que llamamos universo. Todos consideramos a nuestra vida como algo propio y magnífico que no queremos que no nos sea arrebatada nunca.
La gran mayoría de las personas lucha día a día, mes a mes, año a año, por seguir con vida, por alcanzar sus metas propuestas en ella. A estas personas no importa cuantos obstáculos les pongas en su camino, pues ellas siempre conseguirán sortearlos y seguir adelante, pues nunca pararán de luchar por sus metas. Por ejemplo, una madre cuando da a luz a ese hijo que ha llevado en su interior durante nueve meses, no puede sentir mayor felicidad que el poder cogerlo, acariciarlo y cuidarlo. A lo largo de toda la vida de su hijo, su madre siempre luchará por él, hará todo lo posible por sacarlo adelante en la vida y procurarle un futuro y una vida digna. Pero a veces la vida juega malas pasadas y las cosas no salen según lo esperado. Para que se entienda mejor, supongamos que el día de su octavo cumpleaños el niño sale a jugar a la calle, pero por desgracia es atropellado mientras corría detrás de su pelota nueva. A consecuencia del atropello, el niño pierde una pierna y que inválido para siempre. La madre, aunque desconsolada por la desgracia, no se rinde y sigue luchando por su hijo, incluso más que antes. Le procura asistencia en un centro especializado mientras ella trabaja y por las tardes lo saca a pasear en la silla de ruedas. Esta madre y su hijo, se puede decir que valoran la vida y luchan por ella a pesar de las desgracias, es decir son recompensados en parte.
Sin embargo, hay otras personas, que nunca luchan por la vida. Al menor problema que tienen buscan la solución más rápida y se rinden sin más, el suicidio. Estas personas son frágiles y débiles mentalmente, al no querer afrontar las malas situaciones y luchar por ellas, por sacar adelante su vida, esa preciada bendición que les ha sido concedida, por vivir.
La vida hay que afrontarla, con sus pros y sus contras y hay que trabajar y luchar para llegar lejos.
Para finalizar os dejo una cita de Dale Carnegie, escritor de libros de auto ayuda, que trata sobre la vida.
Dice así:
''Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. el hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo.''
                                                        Dale Carnegie