martes, 6 de diciembre de 2011

¿Soy más libre si controlo mis emociones? Rafael Falcón.

Actualmente la sociedad pero más aún cada una de las personas por individual estamos coaccionados o limitados en la gran mayoría de nuestras acciones. Nos creemos libres mas no lo somos. Existen muchos factores que nos limitan o nos atan a otras cosas y que día a día tratamos de destruirlos o sobrepasarlos, pero que casi nunca lo logramos. A menudo muchos de vosotros os habréis preguntado qué estamos haciendo mal, qué detalle hemos dejado en el tintero que nos sigue bloqueando. Yo os digo: ese detalle es algo que llevamos dentro de nosotros desde el primer segundo que llegamos a este mundo y tienen un nombre: emociones.
Si amigos, no se sorprendan, son nuestras propias emociones las que nos bloquean a la hora de realizar las acciones. Y se preguntaran cómo puede ser esto, bien, intentaré explicarlo.
A menudo cuando nos plantamos ante un problema o similar, tenemos que decidir. La decisión que tomemos nos dar gloria, triunfo y satisfacción o puede ser una gran mancha negra que nos persiga a lo largo de nuestra vida. A la hora de decidir entran en juego las emociones. Estas pueden ser de muchos tipos y clases: euforia, pesimismo, felicidad, tristeza... Son este tipo de emociones, y muchas otras, las que nos coaccionan a la hora de tomar una decisión, se podría decir que son las emociones las que nos controlan a nosotros y no nosotros las que las controlamos a ellas. Se preguntarán ¿cómo esto es posible? Bien, al decidir sobre una opción, piensen que todas nuestras emociones están en nuestro interior, aletargadas o dormidas, pero están ahí esperando el momento en el que tengan que manifestarse. Al decidir, puede que muchas de estas opciones entren en conflicto, dado que unas son contrarias a otras, y de esto modo ya nos dominan, nos están controlando, dado que la mayoría de los seres decidiremos según los que nos dicten nuestras emociones, pero debería ser al revés. 
A continuación, me gustaría poner dos ejemplos, el cual uno de ellos es personal. Empezaré por el cual no es personal. Imaginen a un joven atleta, trabajador, gran competidor, pero que nunca ha salido de su ciudad. Un día al terminar una competición se le acercan unos ojeadores que le habían estado observando y le proponen la idea de mudarse a la capital, a un centro de alto de rendimiento, para convertirlo en un campeón. En ese instante el chico tiene que decidir que hacer y entran en conflicto dos emociones: la euforia de probablemente ver uno de sus sueños cumplidos y la tristeza y pena al tener que dejar a su familia y su localidad natal que le vio crecer. Finalmente decide quedarse, bajo todo su pesar, por que no podría vivir sin su familia. Las emociones en este caso la tristeza, le han controlado y han decidido sobre él.
Ahora me gustaría poner mi ejemplo personal que viví hace pocos días. Anteriormente yo formaba parte de una banda de música con unos amigos, pero mis sentimientos y más aún mis emociones andan de capa caída estos últimos días. Debido a esto las emociones de tristeza me han llevado a dejar la banda para no causar tristeza en mis compañeros, pero más incluso por evitar que estas emociones controlen a mis compañeros, como lo han hecho conmigo.
Para concluir solo reafirmarme sobre lo dicho. Sí amigos, desgraciadamente nuestras emociones nos controlan. Debemos buscar el modo de controlarlas para así poder ser más libres, disfrutar más de la vida y tomar decisiones con certeza y cabeza, sabiendo que ese viejo enemigo que nos controlaba en anteriores ocasiones ha sido derrotado, ha muerto y jamás volverá a influir en nuestra vida. Yo compañeros todavía no lo he consigo destruir mas sigo intentándolo día tras día y no me cabe duda de que algún día llegaré a obtener premio, por eso os digo: no dejéis de luchar nunca, buscar cualquier modo y aprender a controlar vuestras emociones, por que de otro modo seríamos esclavos de ellas para siempre y acabarían por destruirnos la vida al influir en decisiones que pudieron ser mejores si esas emociones hubieran sido controladas.

3 comentarios:

  1. Hola Francisco. Felicidades me gusta mucho tu entrada, las emociones siempre están con nosotros y buscan el momento apropiado para manifestarse. Los ejemplos a los que has recurrido son excelentes, aunque en los dos la tristeza toma acto de presencia. Tú has dicho que si controlásemos nuestras emociones seríamos más libres y estoy de acuerdo con ello pero, ¿podemos controlarlas? ¿es posible? yo creo que no. Un saludo

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  2. hola francisco! creo que en tu entrada te expresas muy bien y con los términos correctos pero soy contraria a la idea principal de tu entrada. Yo creo que debemos dejarnos controlar por nuestras emociones por que son las que mejor nos aconsejaran.. porque guiarse por lo que es razonable y no por lo que sientes desde mi punto de vista no está bien. Nos dices que nos liberemos de ellas y no dejemos que las emociones nos controlen, como si fueran algo malo que nos perjudicara, pero si no nos dejáramos llevar por las emociones seriamos maquinas por que es algo humano decidir teniendo en cuenta lo que sentimos.Y si, puede que fuéramos mas libres, claro, no tendríamos dudas sobre nada y todas nuestras decisiones serian las correctas pero para mi eso no seria una vida por que en esta vida hay que equivocarse.
    un saludo :D

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  3. Hola Chicos.
    En respuesta a tus preguntas Raúl, yo creo que sí es posible controlarlas dado que muchas personas han tomado sabias y correctas decisiones en su vida y no eran máquinas, tenían sentimientos y emociones en su interior, pero aprendieron a controlarlas y de ahí su éxito con sus decisiones.
    En cuanto a lo propuesto por Silvia, debemos dejar aflorar nuestras emociones sí, dado que nos proporcionarán momentos y recuerdos de gran apatía y felicidad, pero no debemos dejar que estas tomen parte de nuestras decisiones en los momentos importantes de nuestra vida.
    Un saludo compañeros.

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