¿Por qué, en ocasiones, aunque seamos felices, sentimos un gran vacío en nuestro interior?
Seguro que ha muchos de vosotros os habrá pasado en alguna ocasión y habréis notado que es como una sensación, un sentimiento extraño, que normalmente ocurre en los momentos más inesperados y que suelen coincidir con los momentos en los cuales nos sentimos más a gusto con nosotros mismos, con nuestra vida y nuestro alrededor, se podría decir que en los momentos en los que nos sentimos o nos encontramos en la cima del mundo.
Este vacío se siente como una falta de algo que anhelamos y nos sentimos al borde de un gran precipicio, sabiendo que no vamos a obtener dicha cosa que perseguimos.
Empezamos entonces a pensar y analizar nuestra situación en ese mismo instante de la vida. Intentamos buscar algo o alguien a la cual podamos atribuirle la causa de nuestras preocupaciones, de nuestro vacío. A menudo esta búsqueda no lleva a ningún lado y lo único que conseguimos en torturarnos más e alimentarnos de pensamientos e ideas que no llevan a sitio alguno.
Una de las causas que lo pueden provocar, puede ser por hechos o acciones pasadas, las cuales en su momento tachamos por buenas y así las seguíamos considerando hasta el momento en que empezamos a buscar causas. Estos hechos o acciones pasadas a los que me refiero pueden ser decisiones que un día tomamos sobre por ejemplo un amigo o un compañero al que no quisimos en nuestra vida y que ahora nos damos cuenta de que si necesitamos tenerlo a nuestro lado. Es esa decisión errónea la que nos sitúa al borde del abismo, en el vacío interior y que cuesta mucho trabajo y esfuerzo quitarlo, porque como bien he mencionado anteriormente suele ser por hechos o acciones pasadas y los humanos todavia no tenemos la capacidad de volver al pasado.
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